REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
EN SU NOMBRE

JUZGADO PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO
CIVIL Y MERCANTIL ESTADO MONAGAS. MATURIN, VEINTINUEVE DE OCTUBRE DEL AÑO DOS MIL NUEVE.
199° y 150°
Exp. N° 31.794
DEMANDANTE: CESAR AUGUSTO BRAZON RAMOS, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad N° 12.538.464, de este domicilio.
DEMANDADO: NESTOR YOEL GUZMAN RUIZ, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad N° 9.280.814, de este domicilio.
MOTIVO: RESOLUCION DE CONTRATO-
De la revisión minuciosa de las actas procesales que conforman el presente expediente, el Tribunal observó lo siguientes:
que en fecha 20 marzo del 2.009, se admite la demanda, de RESOLUCION DE CONTRATO, intentado por el ciudadano CESAR AUGUSTO BRAZON RAMOS Y OTROS, contra NESTOR YOEL GUZMAN RUIZ, en fecha 28 de mayo del 2.009, cursa diligencia del alguacil de este Tribunal donde le informa este Juzgado que no pudo localizar a la parte demandada (folio 36), en fecha 01 de junio del presente año, el ciudadano ROBINSON NARVAEZ, apoderado judicial de la parte demandante, solicita que sea citado por cartel la parte demandada de conformidad con el articulo 223 del Código de Procedimiento Civil, este Tribunal acuerda la citación por medio de carteles en fecha 02 de junio del presente año, los cuales debe ser publicado en los periódicos El Sol y La Prensa de Monagas, que circular en esta localidad folio 48, posteriormente en fecha 26 de junio del 2.009, el profesional del derecho ciudadano ROBINSON NARVAEZ, consigna dos ejemplares de los periódicos El Sol y La Prensa, en fecha 13 de julio del presente año, la secretaria de este Juzgado da cumplimiento al articulo 223 del Código de Procedimiento Civil, en fecha 17 de septiembre del 2.009, se designa defensor judicial al profesional del derecho ciudadano CESAR CABELLO GIL, que en fecha 19 de octubre del 2.009, el ciudadano alguacil titular de este Juzgado consigna recibo de citación firmado por el defensor judicial ciudadano CESAR CABELLO GIL, cursa al (folio 64) del presente expediente; en fecha 22 de octubre del presente mes y año, se realiza la contestación de la demanda en el cual el defensor judicial consigna escrito de contestación constante de un folio útil, y se abre el juicio a prueba. En fecha 27 de octubre del 2.009, consigna escrito constante de tres (3) folios útiles donde informa al tribunal que el defensor judicial designado por este Juzgado “…no consigno ningún medio probatorio como correo con acuse de recibo, por IPOSTEL o ninguna notificación practicada pues un periódico de la localidad; ni se comunico con mi persona por vía telefónica o cualquier medio para yo suministrarle algún medio probatorio para mi defensa…” por tal motivo solicita la reposición de la causa.

El derecho de defensa en el proceso, contemplado como derecho fundamental en el articulo 49 constitucional, se desarrolla legalmente mediante varias instituciones, siendo dos de ellas la de la defensoría y la de la necesidad de la doble instancia ( la cual admite excepciones).
La institución de la defensoría se divide en pública, destinada a otorgar asistencia técnica integral a los imputados en el proceso penal que no contraten defensores particulares; y en privada, la cual opera en el proceso de naturaleza CIVIL, bajo diversas figuras como la del defensor de quien goza de la declaratoria de justicia gratuita, o como la del defensor ad litem.
Esta última clase de defensoría ( ad litem) persigue un doble propósito: 1) Que el demandado que no puede ser citado o intimado personalmente, sea emplazado, formándose así la relación jurídica procesal que permite el proceso válido. Desde esta vertiente, la defensa obre incluso en beneficio del actor, ya que permite que el proceso pueda avanzar y se dicte la sentencia de fondo.
2) Que el demandado que no ha sido emplazado o citado, se defiende, así no lo haga personalmente.
Debido a ese doble fin, el defensor no obre como un mandatario del demandado, sino como un especial auxiliar de justicia, que por no pertenecer a la defensa Pública, debe percibir del demandado sus honorarios, así como las litis expensas, tal como lo señala el articulo 226 del vigente Código de Procedimiento Civil. Sin embargo, como tal función auxiliar no la presta el abogado defensor gratuitamente ( a menos que la ley así lo ordene) como lo hace el artículo 180 del Código de Procedimiento Civil, si éste no localizare al demandado para que le facilite las litis expensas o sus honorarios, tales gastos los sufragará el demandante –quien se beneficia a su vez de la institución- quien podrá recuperarlos de los bienes del defendido, si éstos existen.

Ahora bien, la función del defensor ad litem, en beneficio del demandado, es el de defenderlo, que el accionado pueda ejercer su derecho de defensa, lo cual supone que se oído en su oportunidad legal. De allí, que el defensor ad litem debe de consignar ante el Tribunal los medios de pruebas donde muestra que ha realizado los medio para comunicarse con el demandado para poder defenderlo y no para que desmejore su derecho de defensa.
Pero debe esta Juzgado, en aras a delinear las relaciones del derecho de defensa y la función del defensor ad litem, proceder a analizar, como debe encarar tal función el defensor, a fin de cumplir con ella cabalmente.
En este sentido, éste Tribunal considera que es un deber del defensor ad litem, de ser posible, contactar personalmente a su defendido, para que éste le aporte las informaciones que le permitan defenderlo, así como lo medios de prueba con que cuente, y las observaciones sobre la prueba producida por el demandante.
El que la defensa es plena y no una ficción, se deduce del propio texto legal ( articulo 226 del Código de Procedimiento Civil), que prevé el suministro de las litis expensas para el defensor, lo que significa que él no se va a limitar a contestar la demanda, sino que realizará otras actuaciones necesarias ( probatorias, etc.) a favor del demandado.
Lo expuesto denota que para que el defensor cumpla con su labor, es necesario, que de ser posible, entre en contacto personal con el defendido, a fin de preparar la defensa.
Para tal logro no basta que el defensor envié telegramas al defendido, participándole su nombramiento, sino para cumplir con el deber que juró cumplir fielmente, debe ir en su búsqueda, sobre todo si conoce la dirección donde localizarlo.
A juicio de este Tribunal, la lectura del artículo 225 del Código de Procedimiento Civil, apuntala lo que señala la Sala Constitución del Tribunal Supremo de Justicia, destaca como forma de ejercicio de la función de defensor ad litem. En efecto, dicha norma dispone que el Tribunal al hacer el nombramiento del defensor dará preferencia en igualdad de circunstancias a los parientes y amigos del demandado o a su apoderado, si no tuviere, oyendo cualquier indicación del cónyuge presente, si lo hubiere y quisiere hacerla.
Cuando el legislador toma en cuenta que para la designación se prefiere a los apoderados, a los parientes y amigos del demandado, y se oiga a su cónyuge (si se tratare de persona natural, casada) lo que se está significando es que el defensor a nombrarse debe tener interés en la defensa, debido a sus nexos con el defendido, lo que demuestra que es la defensa plena la razón de la institución.
Con fundamento en las anteriores razones, y por cuanto no consta en los autos procesales que el defensor ad litem abogado CESAR CABELLO GIL, halla realizado diligencias tendientes a localizar y ubicar al demandado de autos es por lo que este Tribunal Primero de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción Judicial del Estado Monagas, acuerda REPONER la causa a los fines de que se realice la contestación de la demanda al segundo día de despacho siguientes al día de hoy, a las 10:00 a.m.

Dr. ARTURO JOSE LUCES TINEO,
JUEZ SUPLENTE ESPECIAL, La Secretaria,
Exp. N° 31.794